Una teología Sobrenatural por Anna Anderson:
Cuando se hace una teología natural desde abajo, y no aquella derivada de Génesis 1 y anclada en la escatología Bíblica (Cristo y Su Iglesia: Ap. 21-22) y en la unión y comunión con el Trino DIOS:
Los padres de la iglesia fueron unánimes en su opinión de que tanto el deseo de la mujer como el gobierno del hombre sobre ella eran cosas necesarias de la naturaleza. La mujer se vuelve hacia su marido y él la gobierna por su bien. Como Aristóteles, los padres juzgaban que la mujer por naturaleza era incapaz de gobernarse a sí misma y requería el gobierno del hombre. Las razones de Aristóteles eran biológicas, no teológicas. Él consideró que la hembra era un mal resultado de la semilla masculina activa. Por lo tanto, la mujer era considerada como un sub-ideal y, por lo tanto, situada entre el hombre y los animales en la escala de la naturaleza, con la implicación ética de que debería ser gobernada.
La visión de Aristóteles se institucionalizó en la iglesia por muchas razones. Una es que una lectura superficial de Génesis 2 parece algo compatible con el punto de vista de Aristóteles. La mujer era del hombre (simiente masculina de Aristóteles) y ella fue creada en segundo lugar (de clase secundaria). Al igual que los animales, ella es la ayudante del hombre; se podría decir que fue creada “para afirmar, recibir y nutrir” específicamente la fuerza masculina.
Estas ideas han cambiado muy poco en la historia de la iglesia lo admitamos o no.
Anna Anderson has a MA in Religion from Reformed Theological Seminary in Washington and is pursuing her ThM at Union School of Theology in Wales.