Existe una conexión muy importante entre la cosmovisión de la Iglesia y los himnos de la Iglesia. Si tu corazón y tu boca están llenos con cantos de victoria, tenderás a tener una escatología de dominio; si en lugar de eso, tus canciones son de temor, expresando un anhelo por escapar – o si son tonaditas débiles e infantiles – su cosmovisión y sus expectativas serán escapistas e infantiles.
Históricamente, el himnario básico para la Iglesia ha sido el Libro de los Salmos. El libro más grande de la Biblia es el de los Salmos y Dios providencialmente lo colocó justo en la mitad de la Biblia para que no ¡nos lo perdiéramos! Sin embargo, ¿Cuántas iglesias usan los Salmos en su tiempo de adoración? Vale la pena resaltar que el abandono de la Iglesia de la escatología de dominio coincidió con el abandono de la Iglesia de los Salmos. Los Salmos están inescapablemente orientados al Reino. Estos están llenos de conquista, victoria y dominio de los santos. Estos nos recuerdan constantemente la batalla entre
Dios y satanás, incesantemente nos llaman a pelear contra las fuerzas del mal y nos prometen que heredaremos la tierra.
Cuando la Iglesia cantaba los Salmos – no sólo pequeñas porciones de ellos, sino exhaustivamente, a lo largo de todo el libro – era fuerte, saludable, agresiva y no podía ser detenida. Esta es la razón por la que el diablo ha intentado impedir que cantemos los Salmos, para robarnos nuestra herencia. Si hemos de retomar la escatología de dominio, debemos reformar a la Iglesia y un aspecto crucial de esta reforma debe ser regresar a cantar los Salmos. ~ David Chilton
El papel del himno en el culto y en la formación espiritual de la congregación no puede ser subestimado. Así como los himnos reflejan la cosmovisión de una iglesia, también pueden influir en la misma. David Chilton, en su análisis, presenta una visión contundente de cómo los himnos que se eligen para ser entonados en la iglesia pueden dar forma a la mentalidad y visión de la comunidad de creyentes.
La Cosmovisión y la Elección de Himnos
Según Chilton, la naturaleza de los himnos que se cantan en una iglesia es un indicador de la cosmovisión de esa iglesia. Aquellas iglesias cuyos himnos están llenos de victoria y dominio reflejan una mentalidad triunfante. Por otro lado, las canciones llenas de temor o las que suenan infantiles indican una cosmovisión más escapista y menos madura.
Los Salmos como Himnario Central
Históricamente, el Libro de los Salmos ha sido el himnario básico para la Iglesia. Situado en el corazón de la Biblia, los Salmos no solo son una colección de oraciones y alabanzas, sino también un recordatorio de la lucha continua entre el bien y el mal. Los Salmos reflejan una esencia de dominio, con temas recurrentes de victoria, conquista y la promesa de heredar la tierra. Sin embargo, a lo largo de los años, la frecuencia con la que se cantan los Salmos en las iglesias ha disminuido.
Conexión entre Escatología y Elección de Himnos
Chilton señala que el alejamiento de la iglesia de la escatología de dominio ha ido de la mano con el abandono de los Salmos como fuente principal de himnos. En lugar de centrarse en la conquista y la victoria, muchas iglesias han cambiado a himnos más suaves, perdiendo así la robustez y el vigor que una vez poseyeron.
La Necesidad de una Reforma
Para Chilton, regresar a los Salmos es más que una simple elección musical. Es una llamada a reformar la Iglesia y recuperar una visión de dominio y victoria. Según él, el abandono de los Salmos ha llevado a una iglesia más débil y menos agresiva. Sugiere que regresar a los Salmos puede revigorizar a la comunidad y ayudar a la Iglesia a recuperar su fortaleza y dirección.
Conclusión
La elección de himnos en una iglesia es un reflejo de su cosmovisión y también puede influir en ella. Los Salmos, con su énfasis en la victoria y el dominio, ofrecen una fuente rica de inspiración y dirección para la Iglesia. Es esencial considerar la importancia de regresar a estos himnos para fortalecer la visión y misión de la Iglesia en el mundo de hoy.