A continuación transcribo parte de los escritos olvidados [1] de este gran libro clásico de la fe cristiana, La soberanía de Dios de A.W. Pink [2]. —Capitulo omitido por The Banner of Truth [3]:
TEXTOS QUE COMPRUEBAN LA DOCTRINA DE LA REPROBACION (cuarta parte).
Exposición: Antes de pasar al siguiente versículo permítanme dar un resumen de este y los anteriores: En el versículo 19 hay dos preguntas: “¿Por qué, todavía inculpa?” y “Quién ha resistido a su voluntad?“ Se dan a estas dos preguntas tres respuestas: 1). En el versículo 20, el apóstol niega el derecho a la criatura de juzgar el proceder del Creador (“¿Quién eres tú para que contradigas a Dios?”). El apóstol insiste en que no debe sospecharse de la rectitud de la voluntad Divina, sea cual sea su voluntad, El tiene el derecho. 2). En el versículo 21 el apóstol declara que el Creador tiene el derecho de disponer de Sus criaturas como juzga conveniente (“¿O no tiene autoridad el alfarero?”). Aquí la palabra griega es exousia. En el versículo 22 la palabra es dunaton. En la frase “no tiene exousa el alfarero” el sentido es el ejercicio de los derechos de Dios en consistencia con su justicia. 3). En los versículos 22 y 23 el apóstol da la razón por la cual Dios procede en maneras diferentes con Sus criaturas: por un lado es “para mostrar Su ira” y “hacer notorio Su poder“, por el otro lado es “Para hacer notorias las riquezas de Su gloria”. Ciertamente Dios tiene este derecho porque es el Creador. ¿Pero ejerce este derecho? ¡Sí! (los versículos 13 y 17: “Para esto mismo te levanté”).
Versículo 22; “¿Y qué hay si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira que han sido preparados para destrucción?. Aquí el apóstol no dice por qué Dios actúa como actúa. Observen que aquí en el versículo 22 hace mención de “vasos de ira” antes de mencionar a los “vasos de misericordia”. ¿Por qué en este orden? Respondemos: Porque son los vasos de ira los individuos por quienes se hace la objeción del versículo 19. Se dan dos razones por haber hecho vasos de deshonra: “para mostrar su ira” y “para hacer notorio “Su poder”. Estas dos razones se aplican debidamente en el caso del Faraón. Un punto que no debemos dejar a un lado: la palabra “preparados”. La explicación que comúnmente se da, es que los vasos se preparan a sí mismos para destrucción por su propia perversidad. El argumento es que no hay necesidad de que Dios les prepare para destrucción porque ellos ya están preparados a causa de su depravación. Ahora, si por “destrucción” entendemos “castigo“, entonces es verdad que los no elegidos se auto-preparan para ser juzgados según sus obras. Pero el asunto es: ¿es este el sentido que le da el apóstol?. Y sin titubear respondemos que no.
La pregunta es: ¿Se preparó Esaú a sí mismo antes de su nacimiento?. ¿Se preparó el Faraón para destrucción, o le endureció Dios antes de mandar las plagas?. (vea Éxodo 4:21). Romanos 9:22; es claramente la continuación del pensamiento del versículo 21, y el versículo 22 es parte de la respuesta del apóstol a las preguntas del versículo 20. Entonces, siguiendo la línea, tiene que ser Dios quien prepara los vasos de ira para destrucción. Si alguien pregunta como es que Dios los prepara, contestamos: “objetivamente”. Es decir, los prepara con Sus decretos preordenatorios. Y si luego pregunta: ¿Por qué? La respuesta es: “para Su propia gloria“, la gloria de Su justicia, poder e ira”. Roberto Haldane dijo: “El peso de la respuesta del apóstol se halla en que el gran propósito de Dios en la elección y en la reprobación de los hombres, es aquella que es eminente sobre todas las cosas en la creación del hombre, a saber, Su propia gloria”.
Versículo 23: “¿Y qué hay si él hizo esto, para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia que había preparado de antemano para gloria”. El único punto que nos llama la atención en este versículo es el hecho de que los vasos de misericordia son preparados de antemano para gloria. Muchos me llamarán la atención a que en el versículo previo no se dice que los vasos de ira son preparados de antemano, y esta omisión indica que ellos se preparan a sí mismos en el tiempo en vez de que Dios los prepare en la eternidad. Pero esta conclusión no sigue la línea de razonamiento del apóstol. Debemos ver otra vez el versículo 21 y notar la ilustración que allí se da. El barro es materia inánime, corrupta, descompuesta y representa muy bien a la humanidad caída. Y siendo que el apóstol contempla el proceder soberano de Dios con la humanidad en vista de su caída, no habla de vasos preparados de antemano para destrucción por la razón obvia que no fue sino hasta después de la caída que ellos llegaron a ser “en sí mismos” lo que se simboliza con el barro.
Para contradecir este argumento erróneo sólo es necesario aclarar que lo que dice el texto no es que los vasos “se preparan” para destrucción (lo cual sería la palabra usada si así fuera el sentido) sino que son “preparados” para destrucción que es a la luz de todo el contexto: la Predestinación soberana a la destrucción por el Creador. Las palabras de Calvino sobre este versículo son muy agudas: “Hay vasos preparados para la perdición, es decir, fabricados para que sirvan de ejemplo a la venganza y el furor de Dios. Aún cuando en este segundo miembro de la frase dice expresamente que es Dios quien prepara a Sus elegidos para la gloria, habiendo dicho antes que los reprobados son vasos preparados para perdición, no obstante, no hay duda de que la preparación de unos y de otros depende del consejo secreto de Dios, porque de otro modo Pablo hubiera dicho que los réprobos se precipitan en la perdición; mas quiere decir que antes de nacidos, ya están destinados a ser condenados”.
Estamos de acuerdo con Calvino: Rom.9:22; no dice que los vasos de ira se prepararon a sí mismos, sino que son preparados para destrucción y el contexto demuestra que es Dios quien los prepara objetivamente por Sus decretos eternos. Romanos 9, contiene una mayor y mejor exposición de la doctrina de la reprobación, pero hay todavía otros pasajes que hacen referencia a ella. Veremos otros ejemplos: “Qué, pues? Lo que Israel busca, eso no alcanzó, pero los elegidos sí lo alcanzaron; y los demás fueron endurecidos” (Rom.11:7). Este texto presenta dos clases de personas: “La elección” y “los demás”. Uno “alcanzó” y el otro fue “endurecido”. Citaré a Juan Bunyan: “Estas son palabras solemnes que hacen distinción entre unos y otros, la elección y el resto, los escogidos y los rechazados. Por “los demás” se entiende a los “no elegidos” y si son no elegidos, entonces, son lo opuesto, son “reprobados”.
Escribiendo a los Tesalonicenses el apóstol declara: “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo”. (1Tes.5:9). El decir que Dios “No nos ha puesto para ira” implica que hay otros que El ha puesto para ira, y si no fuera que las mentes de tantos que profesan ser cristianos, fueran tan ciegas, podrían ver claramente esta verdad. “Piedra de tropiezo y roca de escándalo. Aquéllos tropiezan, siendo desobedientes a la palabra, pues para eso mismo fueron destinados”. (1Ped.2:8). La frase “pues para eso mismo” hace referencia al tropezar en la Palabra y a la desobediencia. Dios afirma que hay quienes han sido “destinados” (la misma palabra griega que aparece en 1Tes.5:9), para desobediencia. Es nuestro deber aceptar el testimonio de la Santa Escritura. No es nuestro deber entender sino creer todo lo que Dios ha dicho. “Pero éstos, maldiciendo lo que no entienden, como animales irracionales que por naturaleza han sido creados para presa y destrucción, también perecerán en su perdición”. (2Ped.2:12). Muchos tratan de evadir el mensaje claro de este pasaje. Nos dicen que los “animales irracionales” son los que son creados para “presa y destrucción” y no las personas comparadas con ellas. Lo que es necesario para refutar toda este engaño es preguntar: “¿Cuál es la correlación entre “estos” y los “animales irracionales?”. ¿Qué nos indica la palabra “como” en la frase “animales irracionales?” ¿No está claro que “estos” (hombres) como “animales irracionales” son los que, como animales, son “hechos para presa y destrucción“? Las últimas palabras del versículo repiten el mismo concepto: “perecerán en su perdición”. “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los cuales desde antiguo habían sido destinados para esta condenación. Ellos son hombres impíos, que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje y niegan al único Soberano y Señor nuestro, Jesucristo”. (Judas 4). Algunos han tratado de escapar a lo obvio de este versículo, sustituyéndolo con otra versión. La palabra griega “prographo” aquí traducida por la frase “habían sido destinados” se puede traducir mejor por la frase “fue escrito de antemano”. Preguntan: ¿En dónde fue escrito de antemano acerca de estos hombres?. Seguramente no fue en el Antiguo Testamento, porque allí no se lee nada de hombres que entran encubiertamente en las asambleas cristianas. El único libro en el cual podríamos leer de ellos tendría que ser el libro de los decretos divinos. No se puede eludir el hecho de que ellos estaban marcados por Dios para esta condenación. “Y le adorarán todos los habitantes sobre la tierra, cuyos nombres no están inscritos en el libro de la vida del Cordero, quien fue inmolado desde la fundación del mundo”. (Apoc.13:8; conf. 17:8). Aquí hay una declaración cierta que hay quienes cuyos nombres no están inscritos en el libro de la vida. Por esto prestarán servicio al anticristo.
Hemos presentado diez pasajes que implican o enseñan explícitamente la reprobación. Afirman: (1) Que el impío es hecho para el día malo. (2) Que Dios forma ciertos vasos para deshonra. Que su decreto les hace a propósito para destrucción. Que fueron desde antes (de la fundación del mundo) destinados a esta condenación.
Por lo tanto (a la luz de las Escrituras) afirmamos nosotros también (después de casi veinte años de estudio cuidadoso y mucha oración) que la Palabra de Dios enseña sin disputa la predestinación y la reprobación. Como dijo Calvino “la elección eterna es la predestinación divina de algunas para salvación y de otros para destrucción”.
[1] Versión publicada al español por The Banner of Truth - 1° Edición 1966 (Mercado libre). [2] Con revisiones más recientes pero completa la obra en ingles: www.chapellibrary.org/files/3913/7643/2884/aogo.pdf [3] Traducción al español cortesía de Camino, verdad y vida. (sitio web).
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