Un total de 9 afirmaciones sobre la doctrina de la elección y la doble predestinación en el Catecismo menor de Zacarías Ursinus [1], uno de los autores del Catecismo Continental de Heidelberg:
P. 12 ¿Qué es la fe?
R. Es un firme asentimiento por el cual sabemos que todas las cosas enseñadas en la Palabra de Dios son verdaderas, y una firme confianza creada en el corazón de los escogidos de Dios a través del Espíritu Santo, por el cual cada uno está personalmente convencido, de que el perdón de los pecados y la vida eterna le han sido dadas gratuitamente por Dios sólo por el mérito de Cristo.
P. 38 ¿Qué crees acerca del regreso de Cristo para juzgar a los vivos y a los muertos?
R. Que así como ascendió al cielo en su naturaleza humana, Él de nuevo descenderá de allí en el último gran día en la gloria de Su Padre, y después de haber expulsado a todos los incrédulos al castigo eterno, Él me liberará a mí y a todos Sus elegidos de todo mal, y nos llevará a sí mismo al reino eterno de los cielos el cual Él ya ha tomado posesión en mi nombre.
P. 39 ¿Qué es lo que crees acerca del Espíritu Santo?
R. Que el Espíritu Santo es la Tercera persona de la Deidad, que procede del Padre y del Hijo, y que es co-eterno y consustancial con ambos; y que Él es enviado a mi corazón y al corazón de todos los elegidos para santificarnos, obrando en nosotros la fe verdadera y la conversión a Dios, permaneciendo con nosotros para siempre y así nos hace participes de Cristo y de todas las bendiciones.
P. 40 ¿Qué es lo que crees acerca de la “santa iglesia católica”?
R. Que el Hijo de Dios, desde el principio del mundo hasta su fin, de todo el género humano, ha y reunirá por medio de Su Palabra y Su Espíritu, una comunidad elegida para la vida eterna y unida en la verdadera fe. Y que de esta iglesia soy y siempre seré un miembro vivo para siempre.
P. 43 ¿Qué es lo que crees acerca de la resurrección del cuerpo?
R. Que este mismo cuerpo que ahora tengo, regresará a mi alma en el último día por el poder de Cristo, será hecho como el cuerpo glorioso de Cristo, y vivirá con Él y con todos los elegidos para siempre.
P. 49 ¿De dónde viene esa fe?
R. Esta fe es un don de Dios que Él obra en nuestros corazones por medio de su Espíritu.
P. 50 ¿Por qué es que este regalo viene a ti en vez de a tantos otros quienes están perdidos para siempre?
R. Porque Dios me ha escogido para la vida eterna en Cristo Jesús antes de la fundación del mundo, y ahora Él me regenera por la gracia especial de Su Espíritu. Porque a menos que esto hubiese ocurrido, la corrupción de mi naturaleza es tal que habría perecido con conocimiento y voluntad en mis pecados, al igual que los muchos reprobados.
P. 51 ¿No te hace esta visión, en la que declaras que has sido elegido para la vida eterna, descuidado y más negligente en los ejercicios cotidianos del arrepentimiento?
R. No. Más bien, me enciende un deseo aún más fuerte y fervoroso de continuar y avanzar en la vida de piedad, ya que, sin la verdadera conversión a Dios, no podría consolarme en la confianza de mi elección. Y cuanto más seguro estoy de mi salvación en Cristo, más quiero mostrarle a Dios que estoy agradecido por ello.
P. 52 ¿Pero no estás inclinado a dudar de tu propia salvación cuando oyes que ninguno se salva excepto los elegidos por Dios?
P. De ningún modo. Más bien, precisamente por esto tengo un firme consuelo en cada tentación. Porque, si deseo con todo mi corazón creer y obedecer a Dios, debo convencerme de esta prueba tan segura de que estoy incluido en aquellos que han sido escogidos para la vida eterna en Cristo Jesús, y por lo tanto nunca me puedo perder, por débil que sea mi fe.
[1] Zacharias Ursinus. Large and Small Catechisms with the Heidelberg Catechism (link).