El derecho individual a la vida, a la libertad y a la propiedad son derechos precisamente porque, como dice John Robbins, “esos derechos nos fueron ‘imputados’ a nosotros por Dios el Principal Propietario de todo.” [1]
Dondequiera que el hombre tenga razón sobre estos temas, éste tiene razón sólo porque toma prestado dichos principios de la cosmovisión Cristiana aunque él no lo sepa, y sólo porque el Logos de Dios se lo hace saber quien es “la luz de los hombres” (Juan 1:1-4).
Así, la coherencia lógica, los estándares éticos y la justicia individual son conceptos que están profundamente arraigados en el Cristianismo y manifiestos en el hombre sólo por el Logos de Dios. En las palabras de Clemente de Alejandría (211-216); “Del Logos, proviene la verdadera salud del alma y un duradero equilibro.” [2]
Y en el comentario de Juan 1:3 la Biblia de Ginebra se nos dice que; “… especialmente por el excelente regalo del razonamiento y del entendimiento con lo cual Cristo [El Logos de Dios] ha adornado al hombre sobre toda otra criatura.”
Por lo tanto, dondequiera que el hombre tenga razón sobre cualquier tema, éste tiene razón sólo porque toma prestado dichos principios de la cosmovisión Cristiana aunque él no lo sepa y sólo porque el Logos de Dios se lo hace saber quien es “la luz de los hombres” (Juan 1:1-4).
[1] John Robbins, Freedom and Capitalism. Essays on Christian Politics and Economics. [2] Clemente de Alejandría, La obra del Pedagogo, 11.