Pregunta #2 del Catecismo en formación Escritural Libertario;
¿Cuál es el primer principio en el credo Libertario? Que “ningún hombre ni grupo de hombres puede cometer una agresión contra la persona o la propiedad de alguna otra persona” arbitrariamente.
Génesis 9:6, Éxodo 20:13, 21:16, Mateo 5:9
Catecismo de Heidelberg, Día 40, Q&A 105
El sexto mandamiento es, junto con el octavo, los enunciados más breves en las tablas del Decálogo (Éxodo 20:13, Deuteronomio 5:17).
Calvino dice lo siguiente en cuanto a ese enunciado;
“La suma de este mandamiento es que no debemos hacerle violencia a nadie injustamente. Sin embargo, para poder restringirnos mejor de hacer daño a otros, Él propone una forma particular de ello, hacia la cual el hombre por naturaleza siente aborrecimiento; porque todos detestamos el asesinato, hasta el punto de retroceder ante aquellos cuyas manos están contaminadas con sangre, cómo si hubiera algo contagioso en ellas.” [1]
Calvino añadió luego que; “será evidente, sin embargo, más claro más adelante, que bajo la palabra matar se incluye por sinécdoque toda violencia, golpes y agresión.”
En nuestro Catecismo de Heidelberg, Día del Señor 40, Q&A 105 encontramos la siguiente pregunta y respuesta en cuanto al tema;
¿Qué exige Dios en el sexto mandamiento? (No matarás).
Que ni por mis pensamientos, palabras, actitud y aún menos por mis actos, por mí mismo o por medio de otro, llegue a injuriar, odiar, ofender o matar a mi prójimo, por el contrario, que renuncie a todo deseo de venganza; que no me haga mal a mí mismo o me exponga temerariamente al peligro. Para impedir esto, el magistrado posee la espada.
En su comentario Zacarías Ursino comenta al respecto;
“Que no agreda a nadie, significa que no dañe la vida o el cuerpo de nadie, ni por intención ni por negligencia por quien no hemos sido agredidos a menos que Dios lo requiera en nuestras manos. Es una virtud que evita cuidadosamente cualquier daño que pueda infligirse a nosotros mismos o a la seguridad de nuestro prójimo, ya sea por violencia, engaño o negligencia. Esto se expresa en las palabras del mandamiento: No matarás.” [2]
Por todo esto bien podemos estar de acuerdo con las conclusiones de Murray N. Rothbard en su Manifiesto Libertario cuando dice que;
“El credo Libertario descansa sobre un axioma central: ningún hombre ni grupo de hombres puede cometer una agresión contra la persona o la propiedad de alguna otra persona. A esto se lo puede llamar el ‘axioma de No-Agresión’. ‘Agresión’ se define como el inicio del uso o amenaza de uso de la violencia física contra la persona o propiedad de otro. Por lo tanto, agresión es sinónimo de invasión.” [3]
Ahora, para aclarar sobre el punto de partida de la fe Cristiana, ya que el axioma del credo Libertario procede de forma clara y contundente de las Escrituras, se sigue luego que éste deja de ser un axioma en el credo Libertario y se convierte en un teorema en este sistema de pensamiento, siendo sólo la Escritura nuestro único axioma por excelencia, el cual justifica toda fe y conducta sobre este principio de no-agresión o amenaza de iniciar fuerza física contra la persona, o propiedad de otro.
Así, el principio de no-agresión implica y equivale al principio de no-intervención y no-iniciación de cualquier fuerza externa ilegítima ya sea por una persona o grupo de personas, y por lo tanto, es un principio de anti-coerción.
[1] Juan Calvino, Commentaries on the Four Last Books of Moses, III, 20. [2] Zacharias Ursinus on the Heidelberg Catechism, 1033. [3] Murray N. Rothbard, El Manifiesto Libertario, página 39.