“Pastor, no entiendo aún porqué es necesario ver la mitología y filosofía griega con el tema de la Masculinidad y Feminidad Bíblica, ¿Podría profundizar un poco más?”
Claro, por supuesto.
Recordemos el primer principio de hermenéutica que hemos enfatizado los miércoles sobre el «contexto; tanto histórico como cercano». Para entender el propósito y la intención del apóstol Pablo sobre este tema, debemos primero entender su contexto y los temas y desafíos que él mismo estaba abordando en las primeras comunidades cristianas, para luego obtener el principio teológico que DIOS nos ha dado a través de él.
Estas creencias y prácticas del primer siglo estaban profundamente arraigadas en la cultura y la vida cotidiana de los «gentiles» con ideas erradas no solo de DIOS sino también del hombre y la mujer. Como resultado, la comunidad cristiana primitiva de Corinto, Efeso y demás, a la que Pablo escribió sus epístolas, enfrentó desafíos significativos para distinguir su fe de las influencias paganas circundantes.
Por ejemplo, en la ciudad de Corinto, en la antigua Grecia, estaba impregnada de mitología y creencias paganas en casi todas las areas de la vida. Durante la época del apóstol Pablo (alrededor del 50-60 d.C.), la ciudad albergaba varias cosmovisiones y cultos paganos dedicados a Afrodita, Apolo, Artemis, Hermes, Dionisos y Poseidon entre otros. Comúnmente llamados los dioses Olímpicos donde reinaba Zeus.
Las cartas de Pablo a los corintios abordan varios temas relacionados con estas creencias y mitológicas, como también contra la vana filosofía de los griegos. Por ejemplo;
1. Advertencia contra la idolatría y la prostitución en el templo (1 Corintios 6:15-20) la cual era atribuida a Afrodita.
2. Corrección de conceptos erróneos sobre la resurrección y la naturaleza de DIOS (1 Corintios 15) las cuales eran atribuidas a Apolo.
3. Fomento de la conducta moral y rechazo de las prácticas inmorales (1 Corintios 5-6) las cuales eran atribuidas a Dionisos.
Entre otros temas e ideas paganas.
Al comprender el contexto histórico del apóstol Pablo, podemos apreciar mejor los desafíos que enfrentó la comunidad cristiana primitiva y la importancia de las enseñanzas de Pablo en sus epístolas. Pero también el sincretismo de pensadores posteriores al interpretar erróneamente las epístolas paulinas en temas como el hombre y la mujer.
“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.” (Col. 2:8).