Primeramente quiero reconocer el trabajo de muchos hermanos quienes dedican su tiempo, esfuerzo y gran trabajo en traer material de otros idiomas al español, esto con el fin de beneficiar al pueblo hispanohablante y así generar una conversación mutua entre nosotros.
Últimamente ha recorrido por las redes sociales la obra traducida al español del Dr Martyn Lloyd Jones “Avivamiento“, el cual en palabras de uno de sus editores “El libro es una bomba profética que creemos es necesario sea explotada en estos tiempos.” Es bajo esta premisa y como “desactivador de bombas” que paso hacer un breve análisis y una crítica del contenido de este libro.
¿Qué es Avivamiento?
Nuestro punto de partida para un análisis apropiado y correcto del contenido de esta obra es saber cómo es definido “Avivamiento” en el libro del Dr Martyn Lloyd Jones, pues esto nos ayudará a entender de qué forma está presente dicha obra de Dios en Su iglesia y de qué difiere de otras obras que Él hace en su iglesia.
La definición dada por Lloyd Jones luego de describir una serie de acontecimientos históricos que han ido sucediendo a lo largo de la historia de la iglesia Cristiana la encontramos hasta la página 122 del libro (para el archivo PDF este es el link).
“Así, pues, ¿Qué fue lo que sucedió hace cien años? ¿Cuál fue el evento que cae en esta serie? ¿Qué es avivamiento? Podemos definirlo como un periodo de bendición y actividad inusual en la vida de la iglesia Cristiana. En primer lugar, por supuesto, y por definición, un avivamiento es algo que ocurre primeramente en la iglesia y entre cristianos, entre los creyentes. Eso, repito, es verdad por definición. Es un avivamiento; algo es revivido y cuando usted dice eso, quiere decir que hay algo presente que tiene vida. Pero la vida estaba empezando a decaer, se había convertido casi moribunda, y alguna gente dijo: ‘Eso está muerto, está todo terminado’, porque no podían ver gran señal de vida y actividad. Avivamiento significa despertamiento, estimular la vida, trayéndola a la superficie otra vez. Esto ocurre sobre todo en la iglesia de Dios, y entre personas creyentes y sólo en segundo lugar, es algo que afecta a los que están fuera también.”
Vemos la consistencia de dicha definición por todo el libro:
- “… el gran avivamiento, ese gran despertamiento religioso, ese derramamiento inusual y manifestación del Espíritu de Dios, que aconteció hace 100 años en 1859.” {pag 17}
- “Para que así cuando lo miremos podamos imitar el ejemplo de Isaac y limpiar los escombros de los filisteos, para venir hacia la fuente antigua del agua de Dios, el poder del Espíritu. Y así entrar con el pueblo de Dios a un periodo de una bendición inusual, un poderoso derramamiento del Espíritu Santo.” {pag 44}
- “Y eso es avivamiento, el descenso, la efusión del Espíritu por encima de su habitual trabajo ordinario, lo que, un derramamiento extraordinario e increíble, inusual, lo cual Dios en su soberanía y gracia infinita ha hecho en la iglesia, de vez en cuando durante los largos siglos de su historia.” {pag 70}
- “¿Cuál es, entonces, nuestro intento de explicación y cuáles son nuestras conclusiones? Permítanme ponerlos en una serie de proposiciones para usted. ¿No parece claro y evidente que de esta manera Dios está llamando la atención sobre sí mismo y su propio trabajo por fenómenos inusuales? No hay nada que atraiga tanta atención como este tipo de cosas, y son usadas por Dios en la extensión de su reino para atraer, para llamar la atención de la gente.” {pag 173}
Bastan con estos párrafos para entender la idea de avivamiento por parte Lloyd Jones. Luego en el resto del libro, el Dr Martyn Lloyd Jones exhorta a buscar esta clase de avivamiento de forma personal, corporal como iglesia como también para llamar la antención social.
- “La primera indicación de una verdadera y una auténtica preocupación, es que somos conscientes de nuestra indignidad e impureza. Tenemos que separarnos. Tenemos que establecer este tabernáculo de alguna manera en algún lugar fuera de lo común. Tiene que ser excepcional, tiene que ser inusual. {pag 202}
- “La primera cosa que ocurre es que ellos mismos sienten este deseo de un conocimiento más profundo de Dios. … Ellos creen en Dios, saben que son salvos, tienen seguridad de la salvación, la pueden haber tenido por años, pero ahora comienzan a tener un hambre y una sed por algo más grande, algo más profundo. Ellos leen sus Biblias y sienten que aquí hay algo más profundo y un conocimiento más pleno de Dios, y el amor de Dios y eso es lo que quiere. Ya no se conforman con lo que podríamos llamar la condición ordinaria de la iglesia. Ellos quieren algo extraordinario, algo inusual.” {pag 210}
- “La oración por avivamiento, entonces es la oración que la iglesia una vez más pueda llegar a ser de esa manera. Y mi argumento es que nada más que un derramamiento inusual del Espíritu de Dios puede hacer eso. Lo que se necesita, como hemos visto, es algo que no puede ser explicado en términos humanos. Lo que se necesita es algo que sea tan llamativo y la señal que va a captar es la atención de todo el mundo. Eso es avivamiento. El avivamiento siempre hace eso. Nosotros mismos no podemos hacer nada de eso. Podemos hacer mucho, y debemos hacer todo lo que podamos. Podemos predicar la verdad, podemos defenderla, podemos disfrutar de nuestra apologética, podemos organizar nuestras campañas, podemos tratar de presentar un gran frente al mundo, pero, ya sabes, que esto no impresiona al mundo. Deja al mundo donde estaba. La necesidad es algo que será tan abrumador, tan divino, tan inusual que va a atraer la atención del mundo, y demostrar que realmente somos lo que pretendemos ser: las personas únicas y separadas de Dios.” {215-216}
La pregunta que importa
La pregunta que enfrentamos hoy en día es la siguiente; ¿Es propio, Bíblico y reformado orar por avivamiento en la iglesia? A esa pregunta la fe Reformada debe de responder con un fuerte ¡No! ¿La razón? Porque el énfasis en la definición de avivamiento es a lo llamado inusual, orar por avivamiento es orar por algo fuera de lo común, es orar por “algo extraordinario, algo inusual”, algo fuera del medio ordinario de gracia establecido por Dios para la edificación y crecimiento espiritual de Su pueblo que es la santificación.
Si avivamiento es “el descenso, la efusión del Espíritu por encima de su habitual trabajo ordinario, lo que es, un derramamiento extraordinario e increíble, inusual”, entonces las iglesias que siguen por “debajo” de este derramamiento extraordinario increíble e inusual, en realidad son iglesias en un status de “decadencia“, “casi moribundas“, “sin gran señal de vida y actividad excepcional e inusual“, de ahí su necesidad por “avivamiento“.
Los enemigos primarios del avivamiento
Dios ya obró en el Evangelio y Él continúa obrando en Su pueblo electo en la santificación de éste. Decir que Dios obra por medios ordinarios en Su pueblo electo santificándolo y luego asumir que Dios obra también avivándolo por otros medios “excepcionales e inusuales” para su edificación y crecimiento espiritual fuera de la santificación es un error.
Pues si la santificación es el obrar usual de Dios en Su iglesia con Su Palabra para la edificación y el crecimiento espiritual de ésta (ver por ejemplo la confesión de Westminster capítulo 13), pero luego en el avivamiento, Dios obra de forma excepcional e inusual manifestando con ello “fenómenos inusuales“, entonces bien podemos concluir que en todo caso, existen individuos e iglesias que están por “debajo” del avivamiento siendo santificados y vivificados por Dios por medios ordinarios y cotidianos mientras que otros individuos e iglesias se encuentran en un nivel superior; el del avivamiento. Y con esto surge una pregunta; ¿Debe el hermano que está en una iglesia de sana doctrina pero bajo medios solamente ordinarios buscar una iglesia de avivamiento y mudarse a ella? Pues es obvio que estos hermanos de esta iglesia en la cual se encuentra no buscan la voluntad “avivadora” de Dios sino solo se conforman con los medios de gracia ordinarios, y por lo tanto, esta iglesia según el avivamientalismo en realidad está en un status de “decadencia“, “casi moribunda“, sin “gran señal de vida y actividad excepcional e inusual“, y de ahí la necesidad urgente de orar por “avivamiento” o de mudanza.
Nuevamente, si una iglesia que vive bajo medios ordinarios, fieles a la doctrina, a la oración y a la predicación del Evangelio pero sus miembros no buscan dicho avivamiento excepcional e inusual que produzca “fenómenos inusuales“, al final, ¿No es una iglesia “moribunda” por carencia de algo excepcional e inusual para quienes buscan avivamiento? Con esto es evidente que los enemigos primarios de quienes buscan avivamiento sin duda son los medios ordinarios; la sana doctrina y el orden de adoración. Pues los agentes de avivamiento y del cambio “no se conforman con lo que podríamos llamar la condición ordinaria de la iglesia. Ellos quieren algo extraordinario, algo inusual.“
De lo Escritural a lo pragmático
Ahora, ya que si el “avivamiento” es algo que “tiene que ser excepcional e inusual“, con ello, para poder medir un avivamiento ¿No se recurre a lo pragmático para validar su autenticidad pues lo Escritural solo valida lo que ha sido ordenado y establecido por la Palabra de Dios? Así, una iglesia bajo la “condición ordinaria” es aprobada como una iglesia verdadera y sana Escrituralmente pero pragmáticamente reprobada por su carencia de “fenómenos inusuales“.
Alguien podría objetar diciendo, “Rafa, te pasas, pues hay dos extremos a evitar: tanto el racionalismo que niega la veracidad y legitimidad de estos avivamientos como el avivamientalismo carismático, el cual hace de un avivamiento un estado permanente. Ambas corrientes han sido lesivas para la iglesia. Pero orar por un avivamiento genuino no causa lesión alguna.” Sin embargo es el racionalismo independiente de la Revelación de Dios el que hace daño a la iglesia, no el que es subordinado a Ella. Pues esto último defiende la doctrina de la santificación de forma Escritural sin permitir la entrada de “fenómenos inusuales” en la iglesia, llamándo a esto “un periodo de bendición extraordinaria, increíble e inusual.”
La fe Reformada
Quienes defendemos la doctrina de la santificación contra el avivamientalismo no rechazamos en sí resultados masivos causados por el Evangelio que es el poder de Dios en acción para salvación de individuos o multitudes, como tampoco rechazamos la intensidad en grados y etapas de consagración de quienes son santificados por los medios de gracia, ya que según la Escritura, una iglesia donde se predica el Evangelio es una iglesia verdadera la cual está siendo santificada en la verdad (Juan 17:17), pero que a veces, en diferentes tiempos, grados y etapas, carezca de esta virtud. Pero no debemos confundir lo que es una reforma en la iglesia con avivamiento. El crecimiento espiritual viene por el correcto uso de los medios de gracia, no podemos esperar una edificación saludable espiritualmente fuera del uso de ellos.
Así, orar por “avivamiento” es ir en contra de la voluntad de Dios (la santificación), y es contristar al Espíritu Santo como el agente Santificador presente activamente en la iglesia verdadera de Jesucristo, la cual debe usar bien los medios de gracia para su edificación y crecimiento espiritual.
Bendiciones en el Amado.
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