Creemos que la Biblia, como Palabra infalible, inspirada y suficiente de DIOS, es la autoridad última en todas las áreas de la vida, incluyendo la comprensión del ser humano y su bienestar integral (2 Timoteo 3:16-17; Salmo 19:7-11).
1. Unidad e Integridad del Ser Humano
Afirmamos que el ser humano fue creado por DIOS como una unidad psicosomática, es decir, un ser íntegro compuesto de un alma racional e inmortal (ψυχή) y un cuerpo material (σωμα) (Génesis 2:7; Mateo 10:28; 1 Tesalonicenses 5:23). El alma y el cuerpo no son entidades separadas funcionalmente, sino que interactúan de manera inseparable y armoniosa, manifestando la unidad y complejidad de la persona humana creada a imagen de DIOS (Génesis 1:26-27).
Rechazamos cualquier cosmovisión dualista que divida indebidamente el cuerpo y el alma, minimizando o excluyendo la responsabilidad espiritual del individuo en sus pensamientos, afectos y conducta.
2. Propiedades Irreductibles del Ser Humano
Creemos que el ser humano posee propiedades y capacidades irreductibles dadas por DIOS, tales como la razón, la voluntad, la conciencia y los afectos, las cuales no pueden explicarse únicamente a través de procesos bioquímicos o materiales (Salmo 139:13-16; Romanos 2:15). Estas facultades son gobernadas moralmente por la Palabra de DIOS y encuentran su plenitud y restauración en Cristo (Romanos 12:2; Efesios 4:22-24).
Rechazamos cualquier teoría reduccionista o materialista que niegue las propiedades inmateriales y morales del ser humano, presentándolo meramente como un producto de procesos químicos, instintos o fuerzas impersonales.
3. Rechazo a la Teoría de la Disfunción y el Desbalance Químico
Rechazamos la teoría popular de la “disfunción” o “desbalance químico” como la explicación primaria y determinante de los problemas de salud mental. Aunque reconocemos que el cuerpo físico y el sistema nervioso pueden influir en el estado anímico y conductual del individuo (Salmo 32:3-4; Proverbios 17:22), afirmamos que la raíz de los problemas espirituales, afectivos y mentales reside en el corazón (bíblicamente entendido como el centro moral y volitivo de la persona) y en su relación con DIOS y Su ley (Proverbios 4:23; Marcos 7:21-23).
Afirmamos que la Escritura enseña que el ser humano es responsable ante DIOS por sus pensamientos, deseos, afectos y acciones, y que estos deben ser examinados y transformados a la luz del Evangelio y la obra regeneradora del Espíritu Santo (Romanos 8:5-9; Filipenses 4:8-9; 2 Corintios 10:5).
4. Restauración y Sanidad en Cristo
Afirmamos que la verdadera restauración de la salud mental y espiritual se encuentra en Cristo, quien ofrece perdón de pecados, paz con DIOS y esperanza segura mediante Su obra redentora (Isaías 53:5; Juan 14:27; Romanos 5:1-5). El creyente es llamado a renovar su mente conforme a la verdad de DIOS, sometiendo cada pensamiento y afecto a la obediencia de Cristo y rechazando toda mentira que distorsione su identidad y propósito (Romanos 12:2; Colosenses 3:1-3).
Conclusión
Sostenemos, por tanto, que la Biblia es suficiente para proporcionar una comprensión precisa y completa de la condición humana y su restauración. La unidad integral del ser humano, creado como alma racional y cuerpo, no debe ser fragmentada ni reducida a explicaciones naturalistas o materialistas que niegan la verdadera causa y solución de los problemas del corazón.
A DIOS sea la gloria en la restauración completa del ser humano, en espíritu, alma y cuerpo, en la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo (1 Tesalonicenses 5:23-24).