El feminismo y posturas derivadas a dicho sistema defienden sus “jerarquías ideológicas” con base en el concepto contemporáneo de opresor-oprimido siendo el hombre el mal en sí mismo o una rivalidad entre sexos sin terminar.
Por su parte el patriarcalismo y posturas derivadas de dicho sistema defienden sus “jerarquías naturales” con base en el concepto grecorromano de mutilación y defecto en la mujer no solo física, sino también psicológica y racionalmente.
Como cristianos y si queremos en verdad traer la verdadera batalla cultural debemos defender y hacer apología al principio señalado y ejemplificado por el mismo Señor Jesucristo sobre una verdadera autoridad ordenada con base en el servicio moral y ético mutuo siendo el hombre el primero en ser llamado a tal ejercicio piadoso. En unas pocas palabras; debemos defender y avanzar el reino de DIOS con un gobierno ejemplar bajo el Pacto de Dominio donde la autoridad se fundamenta en el temor y en el servicio a DIOS y luego en el amor y servicio al prójimo y no en jerarquías “ideológicas” o “naturales” con nociones paganas.
En las palabras rescatables de San Agustín de Hipona;
“Esto es prescripción del orden natural. Así creó Dios al hombre. Domine, dice, a los peces del mar, y a las aves del cielo, y a todo reptil que se mueve sobre la tierra. Y quiso que el hombre racional, hecho a su imagen, dominará únicamente a los irracionales, no el hombre al hombre, sino el hombre a la bestia.”
Esto con base a Génesis 1:26-28: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”
DIOS quiera amada iglesia del Señor concedernos como eslabón en Su reino y en esta generación los oídos para levantar la verdadera batalla cultural.
Paridad ordenada.
Primus Inter pares.
Complementaridad sin jerarquías.